ENFERMEDADES DEL OÍDO: PÉRDIDA AUDITIVA Y VÉRTIGO

Una evaluación audiológica completa podrá confirmar el grado de pérdida auditiva y el área del oído afectada. Los tipos de pérdida auditiva se clasifican de acuerdo a su localización y son:

HIPOACUSIA CONDUCTIVA

Pérdida auditiva que se produce por problemas en oído externo (oreja, conducto auditivo y tímpano) y en oído medio (cadena de huesecillos y trompa de Eustaquio), por lo cual las pérdidas auditivas conductivas están asociadas a la dificultad que tiene el sonido para pasar a través del oído externo y el oído medio.

La población pediátrica es la que con mayor frecuencia se ve afectada por problemas de oído medio debido a la alta recurrencia de mucosidad en vía respiratoria que se acumula en el oído. Cuando los padres reportan que “mi hijo no oye” pudiera deberse a esta condición, sin presentar síntomas asociados visibles (fiebre, escurrimiento nasal, dolor de oído). Solamente se empiezan a dar cuenta por las conductas auditivas de los niños teniendo posible bajo rendimiento escolar, retraso en desarrollo del lenguaje, dificultad de atención, dificultad de aprendizaje, etc.

Los adultos pudieran presentar síntomas tales como sensación de oído tapado, dolor de oído (otalgia), zumbidos o ruidos en los oídos (acúfenos o tinnitus). Dentro de las enfermedades más comunes está la otosclerosis. La otosclerosis afecta principalmente al hueso del estribo dentro del oído medio generando una pérdida auditiva progresiva; tiende a tener un componente hereditario, principalmente en mujeres.

La mayoría de las hipoacusias conductivas, tienen solución con medicamentos y/o cirugía, restableciéndose a rangos normales la audición. Una vez diagnosticadas, el médico referidor dará el tratamiento para cada caso. Pueden ser repetitivas generando lapsos frecuentes de sordera temporal, pero a largo plazo puede generar daños irreparables. Cuando no es viable un manejo médico-quirúrgico o cuando la recurrencia del problema conductivo afecta el desarrollo del lenguaje, la interacción social, familiar o laboral es necesario considerar el uso de auxiliares auditivos. Este proceso es de delicado manejo y debe de ser por parte de un Audiólogo Experto quien definirá la necesidad y forma de usar estos aparatos auditivos.

HIPOACUSIA SENSORIAL O NEUROSENSORIAL

Es la pérdida auditiva que se genera por enfermedades en el oído interno (cóclea) o en las vías auditivas centrales. Este tipo de pérdida auditiva puede ser congénita (desde el nacimiento) o adquirida después del nacimiento a cualquier edad.

Ocurren cuando las diminutas células pilosas (terminales nerviosas), que transmiten el sonido a través del oído están lesionadas, enfermas, no trabajan apropiadamente o han muerto; este tipo de hipoacusia a menudo es irreversible.  En estos casos está indicado el uso de auxiliares auditivos o de implante coclear.

La hipoacusia neurosensorial comúnmente es causada por:

  • Neurinoma del acústico (Tumor benigno sobre el nervio auditivo)
  • Hipoacusia relacionada con la edad (presbiacusia)
  • Complicación o consecuencia de enfermedades virales como sarampión, meningitis, paperas, escarlatina.
  • Enfermedad de Ménière
  • Exposición regular a ruidos altos (por ejemplo: industrial, música fuerte, cacería, motociclismo, etc.)
  • Uso de medicamentos ototóxicos
  • Hipoacusia súbita
  • Traumatismos por explosiones, golpes intensos y cambios bruscos de presión
  • Trastornos genéticos (se conocen más de 400, por ejemplo: Síndrome de Waardenburg, Síndrome de Usher, Síndrome Down, entre otros)
  • Neuropatía o disincronía auditiva

HIPOACUSIA MIXTA

Este tipo de pérdida auditiva se combinan las hipoacusias conductivas con las neurosensoriales, es decir que existe en el oído medio alguna patología, pero el oído interno se involucra también.

Suele ocurrir en casos de infecciones de oído recurrentes que inician desde niños y persisten en la edad adulta, así como en los casos de otosclerosis donde la fijación del estribo al no ser operada empieza a involucrar las células del oído interno.

Estos casos donde ya no hay solución con medicamentos o cirugía, requieren el uso de auxiliares auditivos para rehabilitar la función auditiva. El audiólogo experto deberá considerar en la selección de los aparatos auditivos la posibilidad de que estas pérdidas auditivas puedan fluctuar o bajar más con el tiempo, por lo que el auxiliar auditivo debe cubrir rangos amplios de pérdida auditiva.

ENFERMEDADES DEL SISTEMA AUDITIVO Y VESTIBULAR

Existen múltiples patologías auditivas y vestibulares que afectan nuestra calidad de vida, nuestro desempeño escolar, laboral y la ejecución de nuestras actividades cotidianas. Lo más importante es que estas patologías son invisibles a nuestros ojos, pero se perciben en nuestro día a día, e incluso las personas que están alrededor de nosotros las pueden empezar a detectar primero que nosotros mismos. Describe expresiones de tipo:  no escucha bien, no oye y debo repetirle para que me entienda.

La pérdida auditiva (sordera) coloquialmente o hipoacusia, término médico, es un proceso fisiológico en el cual hay disminución de la agudeza auditiva, causado por muchos factores, algunos de ellos, la exposición a ruido, la edad, los cambios climáticos que generan enfermedades respiratorias, los traumas por golpes, autoinmunes, entre muchas otras, siendo estas las más comunes.

Así mismo la clasificamos según grado y tipo de pérdida auditiva. El grado de pérdida auditiva, varía de acuerdo con la cantidad de decibeles que hayan perdido tus oídos, y va desde una pérdida auditiva superficial o moderada, hasta un grado severo y profundo.

Algunas de las enfermedades más comunes donde la audición se ve afectada temporal o permanentemente son:

OTOESCLEROSIS

Se considera como una hipoacusia progresiva, que se presenta en población adulta joven, principalmente en mujeres y de origen hereditario en mayor medida. Se basa en el endurecimiento anormal de los huesos del oído medio, lo cual conduce a una fijación del estribo, causando pérdida auditiva de tipo conductivo. Es decir, esta fijación interrumpe la capacidad del sonido para viajar desde el oído medio al oído interno. La pérdida auditiva puede iniciar en un oído o en los dos, aparece progresivamente, a veces se acompaña de zumbidos, sensación de oído tapado y mareo.

OTITIS MEDIA

Es una enfermedad altamente prevalente en población pediátrica. Se refiere a acumulación de líquido o infección en el oído medio. Su tratamiento es farmacológico y tiende a mejorar con la detección temprana. Sin embargo, puede reincidir. Depende de factores externos, como los ambientales (cambios climáticos), virus o estados gripales. Se produce principalmente por inflamación de la trompa de Eustaquio y microorganismos allí, alterando la movilidad y las presiones del oído medio, e incluso llegando a ocasionar perforaciones timpánicas. Se debe evaluar cada 3 o 6 meses la audición posterior a cada episodio de otitis. Se caracteriza por dolor en el oído, fiebre alta y secreciones en el oído. Sin embargo, puede ser asintomática en los niños en edad pre-escolar y escolar, por lo cual el control anual audiológico preventivo es recomendado.

PRESBIACUSIA

Es la pérdida auditiva asociada al envejecimiento en lo adultos mayores. Las causas más frecuentes para presentar esta hipoacusia involucran la sumatoria de varios factores durante el transcurso de la vida del ser humano. Por ejemplo: exposición a ruido, herencia, antecedentes médicos a lo largo de la vida (colesterol, diabetes, hipertensión, etc), ingesta de medicamentos necesarios por períodos prolongados u ototóxicos, puede ir empeorando con el paso de los años y generar aislamiento, depresión y deterioro de las habilidades cognitivas cuando no se le da atención oportuna. El diagnóstico por parte del audiólogo experto involucra no solo la medición del grado de pérdida auditiva sino también de las habilidades comunicativas para definir el tipo de auxiliares auditivos a usar con estos pacientes. Las investigaciones actuales demuestran que el adulto mayor con pérdida auditiva sin rehabilitación con auxiliares auditivos presenta mayor probabilidad de alteraciones en sus habilidades de memoria, atención, discriminación, frustración, falta de interés en participar en actividades sociales y/o familiares. Por lo anterior es muy importante el acompañamiento de la familia junto con el especialista en audiología para lograr la mejor rehabilitación en pro de la salud auditiva y salud mental del paciente o adulto mayor.

SÍNDROME (ENFERMEDAD) DE MÉNIÈRE

Es una alteración en el oído interno que se caracteriza por la presencia de vértigo o mareo, tinnitus, pérdida auditiva y sensación de oído tapado. La audición puede ser fluctuante y es variable dependiendo de la etapa de la enfermedad y del paciente. Algunos presentan episodios de vértigo más frecuentes que otros. Es más usual en personas entre los 40 a 60 años. Se trata de la acumulación de líquido en el oído interno, alterando la función auditiva y vestibular normal. Ocasiona pérdida auditiva de tipo sensorial.

HIPOACUSIA SÚBITA

La hipoacusia súbita es una pérdida auditiva repentina de tipo neurosensorial, considerada una urgencia otorrinolaringológica, usualmente es unilateral, es decir, en un solo oído y de causa controversial (idiopática, infección, autoinmune o bacterial). Se acompaña de síntomas como sensación de oído tapado, tinnitus y vértigo. Los exámenes audiológicos son muy importantes porque confirman la hipoacusia, establece pronóstico, severidad y seguimiento. El tratamiento debe realizase de preferencia en las primeras 72 horas de aparición de la sordera.

TRAUMA ACÚSTICO E HIPOACUSIA POR RUIDO

Pérdida auditiva de grado variable ocasionada por ruido ambiental o laboral. El oído se ve afectado, tanto por el nivel de intensidad del ruido como por el tiempo de exposición a este. Las células empiezan a presentar una pérdida progresiva, por la acción de los picos de ruido. También la acción directa de una onda expansiva puede afectar el oído, ocasionando una lesión permanente, total o parcial. Se acompaña de síntomas como el tinnitus (zumbidos o ruidos en los oídos) y en ocasiones vértigo. El trauma acústico no afecta el área conversacional y se presenta frecuentemente en los exámenes auditivos como una disminución en una o más frecuencias agudas, tipo escotoma. Sin embargo, la hipoacusia inducida por ruido si afecta la zona conversacional.

MENINGITIS

Es una enfermedad de emergencia infectológica por sus graves secuelas o incluso la muerte.  La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. Esta enfermedad puede producir como secuela hipoacusia (pérdida auditiva) de tipo neurosensorial, dado que la infección se expande rápidamente a través del canal auditivo y conducto coclear, ocasionando osificación (endurecimiento) de la cóclea y laberinto. Se requiere valoración audiológica oportuna ante este padecimiento.

NEUROPATÍA AUDITIVA (DISINCRONÍA)

La neuropatía auditiva es un trastorno de la audición en el que el oído interno puede detectar el sonido, pero tiene problemas con el envío del sonido del oído al cerebro. Puede afectar a las personas de todas las edades, desde la infancia hasta la edad adulta. Hoy en día, las neuropatías auditivas tienen un papel importante en los problemas de audición y sordera.

Estas y más enfermedades o condiciones médicas requieren de una evaluación auditiva completa. Los audiólogos de OÍMOS AUDIOLOGÍA DIAGNÓSTICA®, hacemos un diagnóstico adecuado y acertado para que el médico referidor pueda continuar con la atención del paciente o en su defecto continuar con nosotros en su proceso rehabilitativo de audición o equilibrio.

OÍMOS AUDIOLOGÍA DIAGNÓSTICA®

Contamos con especialistas capacitados en el manejo de cada paciente, nos mantenemos en constante actualización y con una calidad humana excelente.

Responsable Sanitario:
Dra Griselda Guerrero González
Ced. Especialidad 3150546
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